30 diciembre 2008

iMac. Lo que me gusta y lo que no

Llevo algo más de un año con mi iMac y, tras haber probado el equipo a fondo, tanto el hardware como su sistema operativo, me veo en condiciones de hacer una valoración -subjetiva- del sobremesa doméstico de Apple.

Cosas que me gustan:
  • OS X. Este punto podría subdividirse en un montón de apartados. El sistema operativo de Apple es tremendamente estable. Todavía no se me ha colgado ni una vez, y va tan ligero como el primer día. Dejando de lado sus efectos visuales, que es lo que más llama la atención a un usuario no-Mac, herramientas como Time Machine y Spotlight hacen que uno se sienta seguro trabajando y facilitan mucho las tareas diarias. Incluso los widgets: tengo un montón de post-its de todos los colores a modo de recordatorios repartidos por toda la pantalla.
  • Fuera cables. He pasado de tener un PC con torre, monitor, webcam, cable LAN, altavoces 6.1 y el cable del receptor de infrarrojos del teclado y ratón, a un único cable de alimentación. He tenido que sacrificar el sonido del que disfrutaba, eso sí.
  • Sencillez con potencia. Es sencillísimo instalar y desinstalar programas. Tan sencillo, que la primera vez me costó creer cómo era el proceso. El equipo sólo tiene un botón: ON. ¿para qué más?
  • Teclado. Sin ser una tableta espectacular en cuanto a número de botones, ruedas, luces, etc, con el teclado se pueden manejar muchas funciones del sistema (brillo de pantalla, visualizar widgets, despejar el escritorio, controles para la música y vídeo, control de volumen, expulsar disco...).
  • Mando a distancia. Es una tontería, sí, pero da juego.
  • Diseño. Poco que decir.
Cosas que no me gustan:
  • Ruido. Una de las principales razones por las que decidí comprarme un iMac fue por su supuesta ausencia de ruido durante el funcionamiento. Es cierto que hace poco ruido, pero sí se oye, más que un portátil. Nada más sacarlo de la caja es totalmente silencioso, es verdad, pero según pasan los meses el ruido va aumentando, hasta que se queda un zumbido de fondo continuo. Puede deberse a que los ventiladores estás algo sucios, pero puedo asegurar que limpio el equipo muy frecuentemente. Me pregunto si haría el mismo ruido si no me hubiese tomado las molestias de limpiarlo tan a menudo. Con mi portátil no he tenido ese problema. Ahora hace el mismo ruido que cuando lo compré (va para tres años).
  • Pantalla. Aunque soy de los que prefieren pantallas glossy frente a las mate, la del iMac (20") no me acaba de convencer.Tiene un ángulo de visión bastante reducido. Aun mirando la pantalla totalmente de frente, los colores se ven distorsionados según cómo inclinemos la pantalla o según movamos la cabeza. Una buena prueba es ejecutar iCal y ver cómo las celdas que representan los días son de distintos colores dependiendo de si miramos el principio o el final de un mes. Moviendo la ventana hacia arriba y abajo, veremos cómo las tonalidades de los mismos días van cambiando.
  • Ratón. Me he terminado acostumbrando al ratón de Apple. Tanto es así, que lo tengo configurado como si tuviera un único botón, al más puro estilo Mac. Sin embargo, la bolita de scroll que incluye se atasca con facilidad.
  • Distinto criterios para cerrar los programas. Esto no es responsabilidad directa de Apple, pero algo podría hacer para evitar que cada programa se cierre de distinta forma. Algunos -Google Earth- se cierran pulsando la "x", como en Windows; otros -Firefox- siguen funcionando en segundo plano, con su consumo de memoria correspondiente, tras pulsar la "x"; y un tercer grupo -iTunes- tan sólo cierra la ventana, dejando el programa totalmente funcional.
  • Echo de menos cortar y pegar.
Tengo que decir que no soy uno de esos defensores a muerte de Apple, como no lo he sido nunca de los PC. Ahora mismo uso tanto Windows como OS X. De hecho, el sistema de Microsoft me tapa algunas lagunas que todavía no puede el Mac (¿para cuándo el programa padre compatible con la manzana para hacer la declaración de la renta?). Sin embargo, recomiendo un ordenador de Apple a aquél que quiera un equipo para tareas multimedia diarias (música, fotos, vídeos...), navegar por internet y darle un toque de diseño a la habitación donde se vaya a situar (ojo, existen también alternativas muy bonitas de Sony y HP, pero tampoco son baratas).