27 julio 2006

Malditos controladores de parking

Hoy me han clavado la primera multa de mi vida, y no soy precisamente un novel. Algún controlador, uno de esos chivatos que no tienen una formación como para aspirar a un trabajo mejor, me ha dejado una recetita en el parabrisas del coche mientras sacaba dinero en un cajero. El coche se encontraba en segunda fila, sí, pero enfrente del cajero y con las luces de emergencia puestas, y dentro de la zona de cobertura de mi tarjeta de residente. ¿Cuánto se tarda en sacar dinero? Pues en menos ha plantado la multa y ha escapado de la zona, seguramente con la conciencia intranquila a sabiendas de que ha puesto el papelito a traición. En cuanto me he dado la vuelta no había rastro del hedor que dejan todos los controladores a su paso.

Mientras unas piltrafas con aparatito colgando del cuello se dedican a poner multas carísimas, el presidente del gobierno se gasta dinero público en temas personales cogiendo un avión militar el pasado f¡n de semana para llevar a la familia a comprar camisas a Harrods.

Ahora bien, por mis santos cojones que no la pago. Antes prescribe.