
La situación es la siguiente. Earl Hickey, que estaba saliendo con una mujer -Jessie-, tiene una noche loca con una otra chica -Joy, coprotagonista de la serie- con la que se acaba casando a las pocas horas, en estado, eso sí, de embriaguez absoluta. Tras la resaca, esta es la conclusión a la que llegó Earl:
Pensé que debía llamar a Jessie para contarle lo que había pasado... pero entonces me di cuenta de que tendría que contarle lo que había pasado.
Está claro que no llamó.