Algunos pensarán que inmerecidamente, no sólo por el mal partido jugado en la final, en la que el Liverpool ha hecho mejor juego y ha creado más ocasiones de gol, sino porque recordemos que hace diez meses más o menos, el Milan no iba a disputar el campeonato europeo por el escandaloso caso Moggi. Poco después le rebajaron la pena y pudo participar en las rondas preliminares de la Copa de Europa. ¿Fue justa esa oportuna rebaja?Y otros, sin embargo, pensarán que es justo vencedor por haber tenido que superar más partidos que ningún otro equipo precisamente por lo citado anteriormente, por tener que jugar la previa. Y los que piensen de esta forma tendrán como argumento a su favor, además, el hecho de que el equipo italiano ha realizado partidos brillantes a lo largo de la competición (recordemos las semifinales con el Manchester United). Por si fuera poco cuentan en sus filas con el que es, desde que se retiró Zidane, el mejor jugador del mundo. No hace falta dar su nombre.
Sea como fuere, el Milan reafirma su posición como segundo equipo con más trofeos de la máxima competición europea, por detrás del Real Madrid y por delante del Liverpool, que en esta final también ha perdido la oportunidad de igualar los títulos de los italianos.
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