26 mayo 2007

Terminó la tercera temporada de Lost

Y ha sido impactante. Esta serie no deja de sorprenderme. Tienen toda la razón los que la critican diciendo que es lenta, pero es que no puede ser de otra manera. Si se la da el tiempo que merece, deja boquiabierto al espectador semana tras semana.


Cuidado, que van spoilers (y rara vez suelo avisar).

Apariciones estelares (¡Walt!), heroicidades (¡Hugo!), mentiras (¡Tom!), encuentros esperados (Rousseau-Alex), amoríos (Jack-Juliet-Sawyer-Kate), recuperaciones (Locke), palizas (Ben), disparos (Sayid, Jin, Bernard...), muertes anunciadas (Charlie), videoconferencia esperanzadora (Penny)... y, sobre todo, un giro tremendo a la trama: nace el concepto flash-forward, para los que no tenían suficiente con los habituales flashbacks de la serie.

Pues sí... se ven imágenes de lo que será el -supuesto- futuro, cuando los personajes (¿cuántos?) consigan salir de la isla. Y lo primero que nos han mostrado no es demasiado alentador, por lo menos para los losties. Jack con tendencias suicidas, Kate tristona y Sawyer... ¿muerto?

De los 70 (más o menos) episodios que lleva la serie, ¿cuántas veces habré dicho "este ha sido el mejor episodio de Lost? Pues lo digo una vez más.

Lo peor: que haya que esperar hasta enero para ver cómo continúa la serie.