02 agosto 2006

iPod nano, un capricho muy tentador

Llevo semanas resistiéndome a comprar un iPod nano. La campaña de marketing ha debido comer mi cabeza, pero aun me puedo resistir. Sé que hay reproductores mejores, como los de iRiver pero, posiblemente por el continuo bombardeo publicitario, mis ojos se fijan más en el producto de Apple.

Por otra parte esa es una de las razones por las que no lo he comprado. Me fastidia seguir la corriente de moda de las masas. Muchos compradores se creen que el iPod es el mejor reproductor, muchos de los que lo compran no saben muy bien cómo funciona el algoritmo de compresión de música en formato mp3, la mayoría desconocían lo que era un reproductor de este formato a finales de los '90, con aquellas maravillas de Creative, o principios del nuevo siglo. Cuando la gente veía mi Jukebox lo confundían con un discman. Si les explicaba que en realidad era un reproductor mp3 me miraban como un bicho raro. Y sin embargo son ellos los que ahora presumen de iPod, creyéndose los precursores de una nueva época.

Incluso 'iPod' está sustituyendo a "reproductor mp3" o, simplemente, "mp3". Como 'Kleenex' remplaza la palabra "pañuelos".

Me resisto, en gran parte, por todo esto. El iPod -nano- no deja de ser un excelente producto, pero no estoy convencido de querer comprarlo. Antes un iRiver. Entonces me mirarán mal. ¿iRiver? ¿No tienes un iPod? Pfff...