... y lo ha hecho algo más floja que las cuatro anteriores.
El primer capítulo de la serie fue espectacular. No en vano, sigue siendo el episodio más caro de la historia de la televisión. ¿Qué seguidor de la serie no recuerda a Jack, entrando desde la selva a la playa, desorientado, y viendo, de repente, los trozos del avión destrozado en el suelo, la gente gritando, heridos en la arena...?
El primer capítulo de la segunda temporada nos hizo ver, por fin, el interior de la escotilla, con un comienzo que jugaba al despiste, para acabar viendo a Jack y Locke asomados al interior desde arriba.
La tercera comenzaba con la sorpresa de ver que Los Otros eran gente "normal", y vivían EN la isla, en unas cabañas de lo más apañadas con todos los lujos que pudiera haber en cualquier zona residencial bien.
El principio de la cuarta usaba el elemento que causó más impacto en la serie la primera vez que apareció: un flash-forward. No fue tan espectacular como los otros estrenos.
Sin embargo, la quinta ha comenzado por debajo del listón que se habían marcado los guionistas. Sí, está bien ver a Dan en plena construcción de la estación La Orquídea; y que salga de nuevo a Ethan es un buen detalle. Pero desde luego no (me) sorprendió. Ya sabíamos que había viajes temporales. También conocíamos la necesidad, voluntaria o no, de los Oceanic Six de volver a la isla (como sabemos que acabarán regresando, aunque aun no lo hayan hecho). Algo mejor o, al menos, más original fue el segundo episodio, que emitieron el mismo día. Pudimos ver de nuevo a Fionnula Flanagan, esta vez en ese papel de matemática-religiosa, después del episodio Flasehs before your eyes, uno de los episodios clave de la serie. Dejan abierta la incógnita de saber qué relación tiene con Ben. ¿Estará por encima de él, como Jacob?
En cualquier caso, este año pinta mejor que el anterior. Los guionistas han tenido mucho tiempo de pensar en el desarrollo de la serie y, sin huelga de guionistas por delante -está por ver la de actores-, se avecina una larga, continua y buena temporada.
El primer capítulo de la serie fue espectacular. No en vano, sigue siendo el episodio más caro de la historia de la televisión. ¿Qué seguidor de la serie no recuerda a Jack, entrando desde la selva a la playa, desorientado, y viendo, de repente, los trozos del avión destrozado en el suelo, la gente gritando, heridos en la arena...?
El primer capítulo de la segunda temporada nos hizo ver, por fin, el interior de la escotilla, con un comienzo que jugaba al despiste, para acabar viendo a Jack y Locke asomados al interior desde arriba.
La tercera comenzaba con la sorpresa de ver que Los Otros eran gente "normal", y vivían EN la isla, en unas cabañas de lo más apañadas con todos los lujos que pudiera haber en cualquier zona residencial bien.
El principio de la cuarta usaba el elemento que causó más impacto en la serie la primera vez que apareció: un flash-forward. No fue tan espectacular como los otros estrenos.
Sin embargo, la quinta ha comenzado por debajo del listón que se habían marcado los guionistas. Sí, está bien ver a Dan en plena construcción de la estación La Orquídea; y que salga de nuevo a Ethan es un buen detalle. Pero desde luego no (me) sorprendió. Ya sabíamos que había viajes temporales. También conocíamos la necesidad, voluntaria o no, de los Oceanic Six de volver a la isla (como sabemos que acabarán regresando, aunque aun no lo hayan hecho). Algo mejor o, al menos, más original fue el segundo episodio, que emitieron el mismo día. Pudimos ver de nuevo a Fionnula Flanagan, esta vez en ese papel de matemática-religiosa, después del episodio Flasehs before your eyes, uno de los episodios clave de la serie. Dejan abierta la incógnita de saber qué relación tiene con Ben. ¿Estará por encima de él, como Jacob?
En cualquier caso, este año pinta mejor que el anterior. Los guionistas han tenido mucho tiempo de pensar en el desarrollo de la serie y, sin huelga de guionistas por delante -está por ver la de actores-, se avecina una larga, continua y buena temporada.
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