20 diciembre 2006

Método de descarte que jamás veremos aplicado

Hoy, pensando sobre los escándalos de corrupción de alcaldes, ministros y demás cargos públicos que vemos y escuchamos en las noticias todos los días, he llegado a la conclusión de que lo mejor para acabar con todo esto sería aplicando lo que denomino "Método de descarte". Se basa en la teoría de que es más difícil encontrar un [alcalde/concejal/presidente de Comunidad Autónoma/alto cargo público] honrado que uno que sea un chorizo. El método consiste en lo siguiente.
  1. Convocatoria de todos los alcaldes y/o demás cargos -a partir de ahora, para simplificar- me referiré únicamente como 'alcaldes'- que se proclamen inocentes sobre cualquier hecho delictivo a ser auditados para comprobar si, efectivamente, están "limpios".
    • Los que no hayan sido honrados y, por tanto, hayan participado en algún acto de corrupción, a la cárcel.
    • Los que hayan sido honestos y realmente no hayan hecho nada ilegal, podrán seguir ejerciendo su cargo.
  2. El resto de alcaldes, que no se han presentado a la convocatoria en la que se declaran inocentes y no quieren ser auditados (punto 1) son a todas luces unos ladrones. A la cárcel.
Irrefutable.

¿Cuántos alcaldes se presentarían voluntariamente a una auditoría de este tipo?
¿Por qué debería un alcalde oponerse a que fueran investigados los fondos públicos a su cargo?