Tres años y tres meses han sido necesarios para que todo el mundo se diera cuenta de que Florentino Pérez era la solución al Real Madrid, independientemente de que se levantaran más o menos copas. Ha sido aparecer él y desaparecer todos los que se proponían presentarse. Veni Vidi Vici. Y vuelve dando un golpe en la mesa, siendo fiel a sus convicciones -de ahí que repita Valdano, como en su primera etapa-, y eligiendo él mismo a las estrellas, como cuando logró levantar todos los títulos por haber, salvo la Copa del Rey.
Hay que recuperar el tiempo perdido. Esa es la frase que más ha calado entre los aficionados. No sólo significa fichar grandes estrellas en una misma temporada, sino que puede llevar implícita la intención de terminar los proyectos que se le quedaron a medias y han estado paralizados bajo el mandato de otra junta directiva: cubrir el estadio, parque temático en Valdebebas... quién sabe, puede que incluso se retome la idea de crear una franquicia NBA.
Estos tres años le han podido servir para trazar una estrategia sublime. Tal vez por eso dice que su proyecto va a ser espectacular. Y nadie lo duda.
¡Salve, Florentino!
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