16 junio 2006

Bill Gates deja Microsoft

En 2008 Gates abandonnará la presidencia de Microsoft, para pasar a un segundo plano como consejero de la compañía y Presidente de Honor. Es la persona más rica del planeta, pero también ha despertado animadversión (no quiero decir "odio") por todos los rincones del mundo por culpa de sus ansias monopolísticas y su estrategia divergente al software libre.

Windows está instalado en uno de cada diez ordenadores del mundo. El resto del pastel se lo tienen que repartir los demás sistemas operativos, Linux y Mac OS principalmente. Ello implica que el desarrollo de software se vea frenado, y se tenga que avanzar al ritmo que Microsoft imponga.

Microsoft es una fiera con ganas de competir en cualquier campo de la tecnología: sistemas operativos, software ofimático, videojuegos, consolas, software para dispositivos portátiles (PDA's, teléfonos móviles...), desarrollo de periféricos (teclados, ratones...) e incluso, con el apoyo de otras compañías, de hardware (Origami ha sido su última idea). Esas ganas de querer abarcar todo -y de conseguirlo-, unidas a las formas que tiene de hacerlo, han llevado a la compañía a tener que realizar un continuo lavado de imagen ante los consumidores.

Sin embargo, Bill Gates es un visionario del siglo XXI. Ha sabido ir dos pasos por delante de los demás y ha previsto el futuro y las tendencias de la informática, invirtiendo en aquello en lo que creía. A la vista están los resultados que ha conseguido.

Fue Gates quien predijo que algún día habría un ordenador en cada hogar. Esto ahora es muy fácil predecirlo cuando, prácticamente, es una realidad en el primer mundo, pero en los años '60 y '70 era una locura imaginarlo. El concepto de ordenador ha cambiado desde que existe el Personal Computer, y esto se debe en gran parte a
Microsoft, empresa que más ha contribuido a potenciar el PC.

Por otra parte, la fundación benéfica de Bill es una de las más importantes en la búsqueda de soluciones contra el SIDA, la malaria y otras enfermedades. Recientemente se le ha concedido el Premio Príncipe de Asturias por su labor humanitaria.

Hay tres momentos que siempre recordaré de Bill Gates:
  • La cara que se le quedó en la presentación de Windows 98, cuando saltó un pantallazo azul de cuelgue de sistema.
  • El tartazo que le dieron.
  • En una de sus visitas a España en las que iba a hablar de la utilidad de la informática ante la R.A.E. se quedó sorprendido con el funcionamiento de la academia, y comentó: "He venido aquí a aprender". Esa es una de sus cualidades: pese a ser el hombre más rico del mundo y dominar sobradamente el mercado en el sector en el que trabaja, nunca se cierra en sí mismo y toma nota de todas las ideas que le parecen interesantes, para después desarrollarlas y globalizarlas.